lunes, 20 de noviembre de 2017

Bitácora 5

CONVENCIÓN DE AGUASCALIENTES
·         Comienza cuando Venustiano Carranza llega a México y toma el cargo de presidente
·         10 de octubre de 1914 anuncia su renuncia pero esta fue rechazada
·         3 de Octubre de 1914 Carranza viaja a Veracruz para hacerla capital

CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE 1917
·         Equilibra al país
·         5 de febrero 1917 república representativa

·         Artículos que causaron mayor impacto: 2°, 3°, 24°, 115°, 123°, 130° 

Bitácora 4

ANTECEDENTES DE LA REPÚBLICA MEXICANA
Varios movimientos por inconformidad del gobierno de Díaz
Etapas de la república Mexicana
            1° Etapa – Maderismo (1900 – 1911)
·         Plan de San Luis
·         20 de noviembre de 1910, se levantaron en armas contra Porfirio Díaz Norte y Centro del país. Se refugia en Texas
·         El plan de San Luis dictaba que no se podían hacer las mismas elecciones gubernamentales
2° Etapa – Rebelión Campesina (1911 – 1913)
·         Pequeña Burguesía
·         Obreros inconformes con jornada laborales
·         Llegada de Zapatistas
·         Plan de Ayala
3° Etapa – Huertismo (1913 – 1914)
·         Gobierno Contradictorio
·         Belisamo Palencia culpa a Victoriano Huerta de la muerte de Madero
·         Decena trágica
·         10 días de ingobernabilidad en al país
4° Etapa – Revolución Constitutiva (1914 – 1917)
·         Plan de Guadalupe
·         Carrancistas
·         Villistas
·         Zapatistas

·         Tratado de Teoloyucan 

jueves, 16 de noviembre de 2017

Bitacora 3

Decadencia del porfiriato 

La decadencia del Porfiriato. A principios del siglo XX se empezó a manifestar un desgaste en la red del poder político del sistema del general Díaz. Dentro del gabinete surgieron graves disputas entre los bandos: científicos, encabezados por José Ives Limantour, y militares jóvenes, encabezados por Bernardo Reyes.

Huelga Rio Blanco 

7 de enero de 1907, Orizaba Veracruz, este tuvo lugar en una industria textil, ya que los empleados tenían un salario muy mínimo y los trataban mal. 

domingo, 12 de noviembre de 2017

Bitácora 2

CARACTERISTICAS POLITICAS
En el Porfiriato la política se aplico de tal manera que todo quedaba subordinado al Presidente de Porfirio Diaz (1876-1911). En Su primer periodo, asesorado por Justo Benitez, Diaz se acerco al congreso y llevo una política Conciliadora. Promovió la no reelección y en 1880 sedio el poder a Manuel Gonzalez
En el siguiente mandato, Diaz se enfoco en pacificar al país y pactar con grupos conservadores y con el clero para poder mantenerse en el poder. Incluyo a personas como Manuel Romero Rubio, e incluso a imperialistas como Manuel Dublan, en su gabinete.
Manuel Dublan
Manuel Romero Rubio
CARCTERISTICAS ECONOMICAS
En el "PORFIRIATO" se dieron grandes transformaciones económicas propiciadas por la invasión extranjera, principalmente estadounidense y europea. México creció en gran medida gracias a estas inversiones, que consigo trajeron infraestructura para ferrocarriles y medios de comunicación como el teléfono, telégrafo y electricidad.
El comercio fue una de las actividades económicas que mas crecieron durante el "PORFIRIATO". Se suprimieron las alcabalas y el gobierno se encargo de fomentar el comercio exterior, que alcanzo niveles nunca antes vistos desde 1805. El aspecto negativo de esto fue el crecimiento de las importaciones de productos elaborados con alta calidad, por lo que la balanza de pagos desfavorecio a México.
La Industria siguió en el primer puesto de exportaciones mineras y se crearon otros rubros como fueron: La Industria Siderurgia, La textil y La Industrial.
CARACTERISTICAS SOCIALES
En el crecimiento del País trajo el aumento y embellecimiento de las grandes ciudades, por lo que en ellas se encontraba la gente rica, sin embargo, la gente en general seguía en una miseria enorme. Dentro de esta desigualdad se encontraba un reparto: de un lado la alta burguesía y del otro campesinos, obreros, sirvientes, y vendedores ambulantes.

Bitácora 1


El crecimiento económico en México de esa época se ha considerado como “crecimiento hacia fuera” porque todas las ramas de producción de mayor desarrollo, como la industria de extracción y la agricultura de productos tropicales estuvieron sujetas a las necesidades del exterior, ya que surtían de materia prima a la industria extranjera, mientras quedaba relegado el sector productivo dedicado al consumo interno. 
La penetración del capital extranjero pudo ser posible por las facilidades y concesiones que otorgó el gobierno mexicano a los empresarios interesados en adquirir tierras para explotarlas . Los capitales provenían de Estados Unidos, Francia, Inglaterra y Alemania, países cuyos empresarios se inclinaron por diferentes áreas de la economía. 
Con el porfirismo dio comienzo el proceso de formación de la infraestructura modernas de transportes , que permitió el desarrollo del comercio y la comunicación entre regiones, sobre todo en las regiones del norte del país, que antes habían permanecido aisladas del centro . El desarrollo de las vías de comunicación consistía en tres aspectos: 
 La construcción de una extensa red ferroviaria nacional 
 La realización de mejoras en los puertos marítimos.. 
 La ampliación de comunicaciones telegráficas y telefónicas 
Para establecer los ferrocarriles se recurrió nuevamente al despojo de tierras. 
En 1907 surgió la compañía de Ferrocarriles Nacionales de México y el gobierno fue tomado en sus manos el control de este medio de transporte, para 1910 los ferrocarriles ya estaban en manos del gobierno mexicano. 
El telégrafo se introdujo a México desde el año de 1849. 
La primera comunicación telefónica, se dio en México en 1878, dos años después de que Alexander Graham Bell hiciera público su invento. 

lunes, 6 de noviembre de 2017

Porfiriato

PORFIRIATO
Se llama el porfiriato al periodo comprendido entre los años 1876 y 1911, tiempo durante el cual Porfirio Díaz fue presidente de México.
Este periodo largo de gobierno se interrumpió sólo por cuatro años comprendidos de 1880 y hasta 1884, cuando ejerció la presidencia Manuel González. Con nuevas elecciones presidenciales, y ganando Porfirio Díaz las mismas, el 1 de diciembre 1884 regresaría al poder.
Si bien es cierto que durante el largo mandato presidencial del general Díaz, consecuencia de sus sucesivas reelecciones, México logró un importante desarrollo económico, el beneficio fue sólo para unos cuantos, en su mayoría empresarios extranjeros y familias acomodadas simpatizantes de las ideas políticas del gobierno de Díaz.
La clase trabajadora, a pesar del auge económico, nunca vio una mejora en su calidad de vida, muy al contrario, fueron explotados en los trabajos que realizaban en fábricas o haciendas, y remunerados con sueldos extremadamente bajos, que no satisfacían ni siquiera las necesidades más esenciales para vivir.
Los indígenas serían otro sector poblacional que durante el porfiriato vería afectados sus derechos, siendo despojados de tierras comunales mediante decretos que beneficiaban el latifundismo. Así los capitales nacionales y extranjeros se hicieron de grandes extensiones de tierra en las que irónicamente muchos indígenas trabajaban.
El porfiriato fue un periodo de claroscuro, o en palabras sencillas, desigualdades extremadamente marcadas entre las clases sociales vulnerables y la clase acomodada.
Si bien ya se ha mencionado el lado negativo de este periodo en la historia mexicana, es necesario igualmente mencionar los aspectos positivos del régimen porfirista en el desarrollo de México.
Cuando Porfirio Díaz asumió su primer periodo presidencial, las finanzas del país estaban quebradas, y fue durante su segundo mandato que México comenzó a despegar económicamente gracias a una seria de leyes que beneficiaban la entrada de inversión extranjera y la inversión de capital privado mexicano.
Otro aspecto que detonó el crecimiento económico fue el de la pacificación del país, hecho logrado mediante la persecución sin tregua de bandoleros, además de reprimir cualquier descontento social mediante el uso de la fuerza. A este periodo de estabilidad social en México se le dio el nombre de paz porfiriana, y permitió al país estabilidad política y progreso económico.
Otro motor del crecimiento fue la ampliación de la red ferroviaria que comunicó a poblaciones muy importantes por su producción minera y agropecuaria.
Las principales naciones que invirtieron en México durante el gobierno de Porfirio Díaz fueron Inglaterra, Francia y los Estados Unidos de América. Todo este progreso se vio frenado por la recesión económica que afectó al mundo entre 1907 y 1908, provocando un aumento en el ya existente descontento social.
La entrevista concedida a James Creelman, periodista estadounidense, en la cual Porfirio Díaz veía con agrado una sucesión presidencial, aumentó el deseo de terminar con el régimen porfirista. Porfirio Díaz volvió a correr para el periodo de gobierno que abarcaba de 1910 a 1916, encarceló a Francisco I Madero antes de las elecciones a efectuarse en junio de 1910, elecciones en las cuales se le declara triunfador.
Una serie de sucesos, como el escape de Madero de prisión y la posterior proclamación por parte de éste del Plan de San Luis, que desconocía a Porfirio Díaz como presidente de México, e incitaba a comenzar una revolución el 20 de noviembre de 1910, hacen que el 25 de mayo de 1911 Porfirio Díaz renuncie a la presidencia de México, terminando el porfiriato y comenzando una etapa de convulsión social y política conocida como Revolución Mexicana.

CARICATURA POLÍTICA EN EL PORFIRIATO
El creciente control del porfiriato dejo solo una opción a los opositores revolucionarios, que fue la de atacar al porfiriato por medios político mediante el discurso y la caricatura: “Porfirio Díaz no tolero otra brecha que la brecha política, y por ahí irrumpieron los revolucionarios.”
La caricatura tiene un objetivo muy claro que es “degradar” la imagen de algo al presentar solo sus defectos de manera exagerada; es “presentar desligado el defecto como cosa en si, por medios literarios o plásticos que no son en manera alguna descripción de interioridad: el hacer pasar a la persona –o lo que sea- por el mero contorno”
La característica de la caricatura política (sobre todo de las representadas en “El hijo de Ahuizote” y El Colmillo publico”) consigue una doble función, la de “degradar al gobierno y divertir al pueblo”) así las imágenes se convierten en símbolos de esperanza y en fuente de desahogo, pero este desahogo se ve complementado con la labor del los discursos que convierten el miedo y la tristeza en odio hacia el gobierno, y confianza en que se puede conseguir un cambio.

miércoles, 15 de marzo de 2017

Capas de la pobreza

Cuando tenía un año a su papá le ofrecieron un trabajo en Buenos Aires y se mudaron desde San Juan con su mujer y sus cinco hijos, con la promesa de una casa y un futuro que nunca apareció. Todavía se le quiebra la voz a Daniel cuando lo recuerda. Pero la muerte de su papá irrumpió y, en medio del dolor, terminaron viviendo en un terreno usurpado en una villa de San Isidro.
Trabajaba en la calle pero no dejó de ir a la escuela aunque a veces el hambre doliera. Descubrió que algo lo apasionaba más que cualquier cosa, algo que lo hacía olvidar del frío y la pobreza. Era la música. Se le metía por los poros y no podía dejar de cantar cuando la escuchaba. Daniel amaba la cumbia. Su mayor sueño, le contaba a su mamá, era ser como Gladys, la Bomba Tucumana, esa mujer que a comienzos de los 90 hacía bailar a todos con su pollera amarilla. Un amigo le mencionó que en el centro cultural comunitario enseñaban a tocar el piano. Y fue.
Se levantaba muy temprano los sábados para no perderse las clases de Liliana Alpern, en la Fundación Crear Vale la Pena. Ella le enseñó todos los temas que quería y otros que ni siquiera se había imaginado. Supo de música clásica y tango, de Beethoven, Mozart y Piazzolla. Después de cinco años esa misma profesora le dijo que ya estaba preparado para devolverle a la comunidad lo que había aprendido. A los catorce años se convirtió en el profesor del barrio.
Durante varios años participó en la fundación, fue coordinador de grupos de jóvenes y llegó al cargo de Director General. Sin haber tocado un libro, su mamá le había enseñado el valor de lo que se gana con sacrificio. Con ese ejemplo Daniel estudió, se recibió de psicólogo social y se preparó para afrontar retos cada vez más grandes en donde aspiraba a lograr la integración social de personas que, como él, estaban en los márgenes. Armó un proyecto, “Argentina Canta por la Paz”, con mil ochocientos chicos de diferentes religiones para los festejos del Bicentenario.
Por medio de un amigo del barrio que había terminado en la cárcel se involucró con un proyecto artístico en donde los presos armaban su propia historieta, leían libros sobre liderazgo, y planificaban qué harían con sus propias vidas cuando salieran de ahí. Nada más liberador que el arte y los sueños para atravesar los barrotes.
Con un grupo de amigos fundó Creer Hacer, una organización desde la que piensan y desarrollan proyectos para fortalecer organizaciones sociales, para que la gente tenga un proyecto de vida. Así, por ejemplo, crearon “Tejido Solidario” para que las mujeres mayores del barrio Nordelta enseñaran a tejer y capacitaran a las mujeres del barrio las Tunas, de las que estaban separadas por muros y  prejuicios. O “Cava Abierta”, charlas en donde la gente del barrio cuenta sus testimonios personales, la presidenta de la Liga de Fútbol Femenino, una ex piquetera que armó una cooperativa, otra mujer que creó una productora, demuestran que no hay determinación en la pobreza aunque sea duro superarla. Además de animarlos a proyectar, los incentivan a usar las herramientas disponibles: sus mentes y sus propias manos.
Todas las mañanas Daniel se levanta para ir a trabajar a Las Páez, una empresa creada por tres amigos que se dedica a fabricar alpargatas con onda y exportarlas alrededor del mundo. Daniel es el Gerente de Felicidad y Cultura, piensa estrategias para que los empleados se sientan cómodos y felices durante sus horas laborales. Fue convocado por el CEO después de que se cruzaran en una de sus charlas. Cuando el CEO vio todo lo que había hecho, pensó que Daniel era el hombre ideal para aportar su mirada entrenada para captar necesidades y mejorar el ambiente. Entonces, al ingresar, uno puede encontrar empleados que saludan con sonrisas y bromean entre ellos. O subir las escaleras y dar con una sala que tiene juegos, una mesa de ping pong y sillones de colores que invitan al descanso. Mientras tanto la música que lo apasiona queda reservada para escuchar en el auto a todo volumen. Canta con las mismas ganas que tenía cuando copiaba las coreografías de sus ídolos de la cumbia y medía menos de un metro.
De cómo ese chico que al cumplir cinco años tuvo que salir a trabajar, de cómo Liliana Alpern le cambió la vida y del camino que recorrió y de cómo llegó a ser la persona feliz que es hoy, es de lo que habla en su charla TEDxRíodelaPlata. Prepararla no fue fácil. Buscar la mejor manera de presentarla, recortarla hasta que entrara en los minutos asignados era una tarea complicada para alguien que tenía tanto para contar. Con Sergio Meller, unos de los coaches de oradores de TEDxRíodelaPlata, empezaron a encontrarse en un bar. Enseguida notaron que a pesar de las diferencias tenían muchas cosas en común. Sergio, con un doctorado en Psicología y una consultora a su cargo, tenía su casa a diez cuadras de la de Daniel y compartía la misma expectativa por la llegada de un hijo. Finalmente la charla cobró forma. Daniel relató su historia y repasó las distintas formas de pobreza que tuvo que afrontar a lo largo de su vida.

Todavía conserva algo de inocencia cuando en TEDxRíodelaPlata y delante de tantas personas que no alcanza a abarcar con una mirada dice que aprendió que la pobreza no es que nos falte un plato de comida, que no es sólo eso. Tampoco es vivir en un barrio humilde. La definición de pobreza que da en su charla se vincula con su historia de superación y de amor. La comparte porque sabe que puede inspirarnos a trabajar para cumplir nuestros sueños y dar una mano amiga al que lo necesite. Él es una prueba de que una oportunidad puede transformarnos la vida. Los aplausos llegan desde todos los rincones, bajan en oleadas, la gente se para, algunos lloran. Los conductores del evento llaman a la mujer rubia. Liliana Alpern sube y abraza al chico que amaba la cumbia, al que le enseñó mucho más que notas musicales. Abraza al hombre que gracias a ella aprendió la mejor lección.

Positivismo

Consiste en no admitir como validos científicamente otros conocimientos, sino los que proceden de la experiencia, rechazando, por tanto, toda noción a priori y todo concepto universal y absoluto. El hecho es la única realidad científica, y la experiencia y la inducción, los métodos exclusivos de la ciencia. Por su lado negativo, el positivismo es negación de todo ideal, de los principios absolutos y necesarios de la razón, es decir, de la metafísica. El positivismo es una mutilación de la inteligencia humana, que hace posible, no sólo, la metafísica, sino la ciencia misma. Esta, sin los principios ideales, queda reducida a una nomenclatura de hechos, y la ciencia es una colección de experiencias, sino la idea general, la ley que interpreta la experiencia y la traspasa. Considerado como sistema religioso, el positivismo es el culto de la humanidad como ser total y simple o singular.

·         Evolución.

El término positivismo fue utilizado por primera vez por el filósofo y matemático francés del siglo XIX Auguste Comte, pero algunos de los conceptos positivistas se remontan al filósofo británico David Hume, al filósofo francés Saint-Simon, y al filósofo alemán Immanuel Kant.
Comte eligió la palabra positivismo sobre la base de que señalaba la realidad y tendencia constructiva que él reclamó para el aspecto teórico de la doctrina. En general, se interesó por la reorganización de la vida social para el bien de la humanidad a través del conocimiento científico, y por esta vía, del control de las fuerzas naturales. Los dos componentes principales del positivismo, la filosofía y el Gobierno (o programa de conducta individual y social), fueron más tarde unificados por Comte en un todo bajo la concepción de una religión, en la cual la humanidad era el objeto de culto. Numerosos discípulos de Comte rechazaron, no obstante, aceptar este desarrollo religioso de su pensamiento, porque parecía contradecir la filosofía positivista original. Muchas de las doctrinas de Comte fueron más tarde adaptadas y desarrolladas por los filósofos sociales británicos John Stuart Mill y Herbert Spencer así como por el filósofo y físico austriaco Ernst Mach.
·         Comte, Augusto (1798-1857).

Filósofo positivista francés, y uno de los pioneros de la sociología. Nació en Montpellier el 19 de enero de 1798. Desde muy temprana edad rechazó el catolicismo tradicional y también las doctrinas monárquicas. Logró ingresar en la Escuela Politécnica de París desde 1814 hasta 1816, pero fue expulsado por haber participado en una revuelta estudiantil. Durante algunos años fue secretario particular del teórico socialista Claude Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simon, cuya influencia quedaría reflejada en algunas de sus obras. Los últimos años del pensador francés quedaron marcados por la alienación mental, las crisis de locura en las que se sumía durante prolongados intervalos de tiempo. Murió en París el 5 de septiembre de 1857.
Para dar una respuesta a la revolución científica, política e industrial de su tiempo, Comte ofrecía una reorganización intelectual, moral y política del orden social. Adoptar una actitud científica era la clave, así lo pensaba, de cualquier reconstrucción.
Afirmaba que del estudio empírico del proceso histórico, en especial de la progresión de diversas ciencias interrelacionadas, se desprendía una ley que denominó de los tres estadios y que rige el desarrollo de la humanidad. Analizó estos estadios en su voluminosa obra Curso de filosofía positiva (6 vols., 1830-1842). Dada la naturaleza de la mente humana, decía, cada una de las ciencias o ramas del saber debe pasar por "tres estadios teoréticos diferentes: el teológico o estadio ficticio; el metafísico o estadio abstracto; y por último, el científico o positivo". En el estadio teológico los acontecimientos se explican de un modo muy elemental apelando a la voluntad de los dioses o de un dios. En el estadio metafísico los fenómenos se explican invocando categorías filosóficas abstractas. El último estadio de esta evolución, el científico o positivo, se empeña en explicar todos los hechos mediante la aclaración material de las causas. Toda la atención debe centrarse en averiguar cómo se producen los fenómenos con la intención de llegar a generalizaciones sujetas a su vez a verificaciones observacionales y comprobables. La obra de Comte es considerada como la expresión clásica de la actitud positivista, es decir, la actitud de quien afirma que tan sólo las ciencias empíricas son la adecuada fuente de conocimiento.
Cada uno de estos estadios, afirmaba Comte, tiene su correlato en determinadas actitudes políticas. El estadio teológico tiene su reflejo en esas nociones que hablan del Derecho divino de los reyes. El estadio metafísico incluye algunos conceptos tales como el contrato social, la igualdad de las personas o la soberanía popular. El estadio positivo se caracteriza por el análisis científico o "sociológico" (término acuñado por Comte) de la organización política. Bastante crítico con los procedimientos democráticos, Comte anhelaba una sociedad estable gobernada por una minoría de doctos que empleara métodos de la ciencia para resolver los problemas humanos y para imponer las nuevas condiciones sociales.

Aunque rechazaba la creencia en un ser transcendente, reconocía Comte el valor de la religión, pues contribuía a la estabilidad social. En su obra Sistema de Política Positiva (1851-1854; 1875-1877), propone una religión de la humanidad que estimulara una benéfica conducta social. La mayor relevancia de Comte, sin embargo, se deriva de su influencia en el desarrollo del positivismo.

Materialismo histórico

El materialismo histórico es la doctrina del marxismo-leninismo sobre las leyes que rigen la evolución de la Sociedad humana. El materialismo histórico es la aplicación consecuente de los principios del materialismo dialéctico al estudio de los fenómenos sociales. Antes de Marx imperaba en la ciencia la interpretación idealista de la historia. La creación de la teoría del materialismo histórico está vinculada al descubrimiento más grande hecho por Marx en cuanto a la interpretación de la historia y de los sucesos históricos. “Así como Darwin descubrió la ley de la evolución del mundo orgánico, Marx descubrió la ley de la evolución de la historia humana; el hecho tan sencillo, pero oculto hasta entonces bajo la maleza ideológica, de que el hombre necesita, en primer lugar, comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder hacer política, ciencia, arte, religión, &c.; que por tanto la producción de los medios materiales inmediatos de vida y, por consiguiente, la correspondiente fase de la evolución económica de un pueblo o de una época son la base sobre la que se han desarrollado las instituciones estatales, las concepciones jurídicas, el arte y también las ideas religiosas de los hombres, con arreglo a la que por tanto deben explicarse y no al revés, como hasta entonces se había venido haciendo” (Engels). El materialismo histórico ve en el desarrollo de los modos de producción de los bienes materiales necesarios para la existencia de los hombres, la fuerza principal que determina toda su vida social, condicionando también la transición de un régimen social a otro. Sin producir bienes materiales no puede existir ninguna Sociedad. El hombre, con la ayuda de los instrumentos de trabajo, de la técnica, en el proceso de producción influye sobre la Naturaleza, obteniendo lo necesario para subsistir. El progreso de la Sociedad depende del perfeccionamiento del proceso de evolución de la producción material. La historia de la Sociedad humana comienza desde el momento en que el hombre se eleva hasta el empleo de implementos, convirtiéndose en “un animal que produce instrumentos”. El aumento del dominio que el hombre ejerce sobre la Naturaleza halla su expresión en la evolución de las fuerzas productivas de la Sociedad. Y con la evolución de éstas, cambia también el otro aspecto necesario de la producción material: las relaciones de los hombres en el proceso de la producción, las relaciones de producción; cambia el régimen económico-social. El cambio de las formaciones económico-sociales (ver) en la historia (el régimen de comunismo primitivo, el régimen esclavista, el feudal, el burgués, el socialista) es, ante todo, la substitución de unas relaciones de producción por otras más progresistas. Este cambio es siempre la consecuencia, necesaria y sujeta a leyes, de la evolución de las fuerzas productivas de la Sociedad. El afianzamiento de las nuevas relaciones de producción suele tener lugar con el derrocamiento revolucionario de las viejas relaciones de producción. Los méritos más grandes de la teoría del materialismo histórico de Marx radican, por consiguiente, en haber puesto ante todo, su atención en las condiciones objetivas de la producción material, en las leyes económicas que rigen la vida de la Sociedad y que son el fundamento de toda la actividad histórica de los hombres. Gracias a la teoría de Marx, “el caos y la arbitrariedad que imperaban en las opiniones sobre la historia y sobre la política dejaron el puesto a una teoría científica asombrosamente compleja y armónica, que revela cómo de un sistema de vida social, al crecer las fuerzas productivas, se desarrolla otro más alto, cómo de la servidumbre de la gleba, por ejemplo, nace el capitalismo” (Lenin). Descubrir en la producción material el verdadero fundamento de toda la vida y de la evolución de la Sociedad, permitió comprender por vez primera el gran papel creador que las masas populares y trabajadoras desempeñan en la historia. La historia de la evolución social fue comprendida por primera vez como “la historia de los propios productores de bienes materiales, la historia de las masas trabajadoras, que son el factor fundamental del proceso de producción y las que llevan a cabo la producción de los bienes materiales necesarios para la existencia de la sociedad. Esto quiere decir que la ciencia histórica, si pretende ser una verdadera ciencia, no debe seguir reduciendo la historia del desarrollo social a los actos de los reyes y de los caudillos militares, a los actos de los “conquistadores” y “avasalladores” de Estados, sino que debe ocuparse, ante todo, de la historia de los productores de los bienes materiales, de la historia de las masas trabajadoras, de la historia de los pueblos” (Stalin). En dependencia del modo de producción existente, de la existencia material de la Sociedad, se estructura también un determinado carácter histórico de todo el régimen social, de las instituciones políticas, la manera de pensar de los hombres, sus concepciones, ideas y teorías. La existencia social determina la conciencia social. No es posible comprender correctamente la esencia de las instituciones políticas, de las ideas y teorías, si se pierde de vista la base material de su origen: la estructura económica de la vida de la Sociedad. No se puede comprender por qué en una época determinada nacen unas instituciones e ideas, y otras en distinta época, si se toman como punto de partida las propias instituciones e ideas y no el modo de producción. Por ejemplo, las formas del Estado explotador (el Estado esclavista, feudal y capitalista) siempre dependieron de la división de la sociedad en clases: esclavistas y esclavos, feudales y siervos, burgueses y proletarios. También las formas de la conciencia social (las concepciones políticas, la filosofía, la ciencia, la religión, &c.), dependen siempre, en última instancia, de las relaciones de producción imperantes entre los hombres, formas que cambian radicalmente al cambiar el modo de producción, al cambiar el régimen económico. Al explicar el origen y la dependencia de las instituciones políticas, ideas y teorías respecto del modo de producción, la teoría del materialismo histórico no niega, ni mucho menos, la importancia de las primeras en la vida de la Sociedad. Al contrario, el materialismo histórico subraya su enorme papel social. Y con ello, difiere de raíz del materialismo económico) (ver). Una vez surgidas, las instituciones e ideas políticas y sociales se convierten en una fuerza que influye sobre las propias condiciones que las habían engendrado. Actúan como fuerzas reaccionarias al servicio de los sectores y clases atrasados de la Sociedad, frenan el desarrollo social; o bien, sirviendo a las clases avanzadas y revolucionarias, impulsan ese desarrollo. El materialismo y el historicismo consecuentes están íntima e indisolublemente unidos en la teoría del materialismo histórico. Por eso, precisamente, con el descubrimiento de la teoría del materialismo histórico, la ciencia social se ha convertido por vez primera en la auténtica ciencia sobre las leyes que rigen la evolución de la Sociedad humana.

domingo, 12 de marzo de 2017

Escuela de los Annales

La Escuela de los Annales es una escuela historiográfica, denominada así por la publicación de la revista francesa Annales d'histoire économique et sociale (después llamado Annales. Economies, sociétés, civilisations, y renombrado en 1994 como Annales. Histoire, Sciences sociales), en donde se publicaron por primera vez sus planteamientos. La escuela de los Annales se caracteriza por haber desarrollado una historia en la que se han incorporado otras ciencias sociales como la geografía, la sociología, la economía, la psicología social y la antropología, entre otras.

Anales Braudelianos
Los Annales Braudelianos nacen pues, bajo las raíces de los Annales de transición de Lucien Fevbre, pero es hasta 1956 que Braudel toma la dirección de la revista en 1968 y su influencia se hace sentir, y define los perfiles esenciales de esta corriente  que se caracterizara por desechar el concepto burgués de la temporalidad que solo existe un solo tiempo, homogéneo y vacío. Braudel, afirma que existen múltiples tiempos. En estos Annales prosperan los temas sobre la civilización y su historia, cuya perspectiva es a larga duración. También le dan importancia a temas sobre los precios, la moneda y modos de alimentación. Muestra cierta afinidad con el Marxismo.
Es un movimiento marcado por cambios culturales, traídos por la revolución cultural de 1968. Cambios que afectan a todo el ámbito social. Es decir, esto va más allá de la historiografía.

Annales de las mentalidades y la antropología histórica
Estos  Annales están marcados por una ruptura con respecto a los anteriores, pues ponen en segundo plano a los temas económicos y centran su atención en la “Historia de las Mentalidades” y en la “Historia Antropológica”. Abandona la idea de una historia global por una general, Una historia que no sea tributaria de ninguna ortodoxia ideológica

La antropología histórica tiene como objeto recuperar los temas y problemas más clásicos de la Antropología; por otro lado, La historia de las mentalidades se concentra en el estudio de las actitudes mentales, las visiones colectivas de las cosas, sentimientos y creencias  de una sociedad.

Historicismo

El término fue acuñado por el historiador alemán Karl Werner (1821-1888) para señalar una corriente de opinión que acentúa la importancia de la historia en el destino del hombre y de la sociedad. Ernest Renan (1823-1892), filólogo e historiador francés, afirmó que “la historia es la forma necesaria de la ciencia de todo lo que llega a ser. La ciencia de las lenguas es la historia de las literaturas y de las religiones. La ciencia del espíritu humano es la historia del espíritu humano”. Y el filósofo alemán Wilhelm Dilthey (1833-1911) sostuvo que “lo que el hombre es lo experimenta sólo a través de la historia”.
El historicismo es, en consecuencia, la tendencia a hacer de la <historia la ciencia fundamental para la interpretación de la realidad social. Todo se resuelve en la historia. El punto de partida de todas las demás ciencias es la historia.
La historia es, así, un punto de vista para comprender e interpretar correctamente los acontecimientos humanos. Es lo que los filósofos y antropólogos alemanes del siglo XIX llamaban verstehen: un peculiar modo de entender los sucesos humanos dentro del contexto histórico y a partir del conocimiento de la historia.
El historicismo juzga los hechos no por su valor intrínseco sino en función del medio histórico en el que se suscitan. Es su historicidad la que les da sentido. Pero no sólo los hechos: también la lengua, la literatura, el arte, el Derecho, las costumbres, la religión, las creencias, los sentimientos morales y otros elementos de la vida social, que son el producto de una elaboración colectiva, inconsciente e involuntaria, deben interpretarse en el contexto de la historia. Todos ellos están condicionados por circunstancias de espacio y de tiempo. Son valores históricos. No son, por tanto, absolutos ni eternos. Están sujetos a incesante transformación.
Para el historicismo antropológico, que es una de las direcciones que toma esta tendencia, el hombre es un ser esencialmente histórico. Esta es una de sus diferencias específicas con los animales. El hombre está inserto en la trama de la historia. Todo en él es historia. Sus pensamientos, sus conocimientos filosóficos, científicos, tecnológicos, artísticos historia son. Su experiencia vital es historia acumulada. Historia son también sus herramientas, las obras de sus manos, las creaciones de su inteligencia. Todo eso no es más que historia condensada.

Consecuentemente, las tradiciones y costumbres sociales, los sentimientos populares, el “tiempo histórico”, el “espíritu del pueblo”  —el “volksgeist”, que llamaba la escuela histórica alemana de Friedrich Savigny (1779-1861) y Wilhelm Grimm (1786-1859)—  y, en general, la manera de ser y de pensar de las sociedades y de los hombres están condicionados por la convivencia histórica o, para decirlo de otra manera, son un producto de la historia. 

lunes, 20 de febrero de 2017

Historia

La Historia es la ciencia que estudia y sistematiza los hechos más importantes y transcendentales del pasado humano. Dichos sucesos son analizados y examinados en función de sus antecedentes, causas y consecuencias, y en la acción mutua de unos sobre otros, con el propósito de comprender correctamente el presente y de preparar el futuro. Estudiar la Historia no es un simple ejercicio memorístico, cargado de hechos, nombres, lugares y fechas sin conexión alguna. La Historia es ante todo, la posibilidad que el ser humano tiene para conocerse a sí mismo. Es indagar en el pasado para comprender el porqué de nuestro presente, y sobretodo, ver el hombre en su dimensión; sus aciertos, sus errores y la capacidad que la humanidad tiene para ser una especie más perfecta, mejor organizada y más justa.